Se realiza en torno a la semana 30 – 32. Es una ecografía en la que seguimos controlando tanto el crecimiento fetal como la morfología.
Podemos descartar alteraciones morfológicas de aparición tardía.
Hacemos una evaluación nuevamente de toda la morfología fetal, crecimiento fetal, placenta y liquido amniótico.
Realizamos una evaluación de la circulación a través de una arteria umbilical del cordón, así como de la arteria cerebral media, observando las ondas de velocidad de flujo a su través.